Pan de los pobres, pan de centeno, menos blanco que el de trigo pero con el mismo poder nutritivo a pesar de su apariencia. Ha tenido el inconveniente histórico de poder estar contaminado por el cornezuelo (claviceps purpurea) sobre todo en años lluviosos, lo que ocasionaba el fuego de San Antonio con convulsiones, alucinaciones, ennegrecimiento de las extremidades e incluso la muerte pues sus alcaloides son vasoconstrictores. Muchos peregrinos del Camino de Santiago mejoraban porque en Castilla solía comerse el pan blanco de trigo. El centeno y la cebada era para los animales.
"El hospital de San Antón de Castrojeriz, fundado en el siglo XII y hoy en ruinas, daba a los enfermos europeos la solución a sus males sin saberlo con sus raciones de pan y vino."